CAPÍTULO 6: MI PRIMERA VEZ
- roldanbedo30
- 6 oct 2015
- 4 Min. de lectura

Camila, mi prima, una morenita que tampoco sale de los estándares colombianos. Era mi confidente, ella pasaba noches enteras escuchando mis desgarrados chillidos, mis gritos de lamento, ella veía como de mis ojos salía esa gotas, saladas, amargas y en cantidades – como me decía mi padre parecía como un cocodrilo llorando, no sé a qué se refería con esto pero me imaginaba siempre a un cocodrilo llore que llore por horas y más horas-.
Un día me levanté triste y muy aburrido, tenía una crisis existencial, una depresión inmensa, una desolación de mí mismo, una soledad interna y un inmenso dolor que sólo expresaba con las lágrimas en cantidades que brotaban en mis ojos. Después de reflexionar un rato en mi cuarto pude pensar y cuestionarme cosas ¿Qué iba a hacer con mi vida? ¿Yo era el culpable de lo que sucedía? Después de pensar todo esto y me dirigí al baño a darme una ducha y a sentarme a “estudiar” pero no podía, luego me organizaba y me iba a “estudiar” pero tampoco comprendía, llegaba a casa y llegaba directo a dormir. Así fueron todos los días hasta ese sábado en la noche.
El día ya estaba empezando a caer era un sábado común y cualquiera dirían los demás, pero, para mí no lo fue. Ese día me organicé a mediados de las 7:00pm o 7:30pm de la noche, me bañé, luego me fui a vestir y después me organicé el cabello. Yo vestía para ese entonces a la moda, para lo que acontecía mi generación una moda llamada “pupy” una moda donde los blue jeans eran ajustados o más que ajustados eran unos “bota tubos”, una camisa un poco ajustada, zapatos a la moda con cordones diferentes y el cabello aplanchado y con buen gel o con una buena dosis de laca. Así vestía yo, “ a la moda” una moda que se respiraba en cada esquina de la ciudad y que para entonces disfrutaban jóvenes que eran nacidos en el año de 1994, 1995,1996 y 1997 que para ese año en el 2008 0 2009 tenían aproximadamente 12 0 13 años unos pre- jóvenes que para ese entonces no les importaba lo que ocurriera en la ciudad, en el país o en el mundo; sólo les importaba los tennis de marca, el que mejor vistiera, el que tuviera el mejor peinado, la mejor novia, una moto y el que tuviera tantos amigos en el Facebook para ser “popular”. Desgraciadamente esa era la juventud que me había tocado, y me estaba adaptando a esta, porque si no puedes con ellos toca unírseles.
Ese sábado ya organizado, mi prima Camila un año menor que yo, era una chica donde su madre le daba todo pero ella quería más y más. Pero no cosas materiales, lo que ella quería era cariño, que le demostraran ese amor, en este caso de madre. Camila por esos años era una chica muy “popular”, pero algo muy sola dentro del corazón.
Ella me invitó a ir a una farra y yo por dejar de pensar en mi situación, acepté a esta invitación y a las 10:00 pm nos fuimos de farra, de baile, de party, de fiesta etc. Me sentía genial, me sentía un poco desatado a esa situación que me sentía ser el culpable de todo, pero bueno, nos fuimos de rumba y empezamos saludando a nuestros conocidos y entramos en calor; a cabo de media hora estábamos haciendo vaca, cada persona colocaba de a 5.000 mil pesos para poder comprar alcohol, mi prima recogía el dinero e iba a comprar el trago. Aguardiente era siempre nuestra elección preferida.
Entrábamos, a un recinto donde se hacían rumbas cada ocho días pagando un cover de 2.000 mil pesos, entrábamos y bailaba con muchas muchachas, sólo regaeton. Yo, era una persona que jamás había bebido (consta decir que aguardiente, nunca había bebido) y al cabo de media hora ya estaba algo alcoholizado y ya todo me parecía chévere, agradable, simpatizaba con todas personas y bueno, pasó la noche, me emborraché, vomité, hice el ridículo delante de todos, me besé con 2 o 3 mujeres la verdad no recuerdo bien. Luego al amanecer del domingo, enguayabado, con tufo, el mundo todavía dándome vueltas, pues, es lógico era mi primera vez, la primera vez que me emborrachaba y sentía un dolor de cabeza tan enorme.
Hoy en día escribiendo y sabiendo cómo era y cómo es la juventud hoy en día, opino que no ha cambiado, que la juventud cada vez se ha vuelto más precoz, que en vez de disfrutar de un juego en la calle como escondrijo, bote tarro, o cualquier juego, lo que prefieren es estar sentados en esquinas bebiendo ese trago amargo y bebiéndolo hasta perder la conciencia y en actos de rebeldía salir y realizar actos indebidos.
Y es así como yo también en esos actos de rebeldía, cansado del aburrimiento y del sentido de culpa comencé a beber todos los días, cada vez que lo pudiera hacer, a menudo llevaba trago al colegio, por tres sábados seguidos bebí y bebí, por tres semanas estuve alcoholizado todos los días. Por rebeldía, por una rabia interna y por un sentido de culpa.
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